30 Oct La influencia de la Inteligencia Emocional en el aprendizaje de idiomas

¿Nunca te has parado a pensar por qué tu estado de ánimo afecta a tu atención o predisposición durante tu periodo de aprendizaje en un idioma?

En el concepto de Inteligencia Emocional de Goleman, en el que expresa que las habilidades personales y sociales son elementos diferenciadores que influyen en la forma de ser de las personas, encontramos una relación directa que influye en el rendimiento durante el aprendizaje de un idioma.

En la sociedad actual, el control de los sentimientos adquiere cada vez más importancia, sirviendo de ayuda a los estudiantes, desde la infancia, a que su estado de ánimo – positivo o negativo- afecte al rendimiento escolar de una forma más directa de la que nos imaginamos. ¿A qué crees que se debe?

A que la idea general sobre el proceso de aprendizaje, ha evolucionado más allá del concepto de los docentes o centros formativos de idiomas, que enseñan conocimientos mediante clases para que el alumno aprenda, sin tener en cuenta los factores que provienen de la inteligencia emocional como la atención, motivación o memoria, entre otros.

La adaptación de la enseñanza a cada nivel y necesidades de las personas, y a las circunstancias emocionales, es fundamental para incrementar la motivación y el interés por parte de los alumnos.

Estos factores, deben trabajarse día a día ya que son primordiales a la hora de formarse en un idioma.

En la mayoría de casos, cuando hay dificultad en el aprendizaje del mismo, no es porque anteriormente “no nos lo hayan enseñado bien”, o porque “no prestáramos atención en el pasado”, sino por la falta de motivación al sentir que es una obligación.

Por ello, es importante tener claro por qué queremos estudiar el idioma, e independientemente de ser por necesidades profesionales o académicas, saber autogestionar nuestras prioridades:

• Estableciendo objetivos de manera que nos generen interés.
• Compartiendo el objetivo con otra persona con las mismas ganas para así sentirnos apoyados.
• Encontrando maneras de aprender que nos motiven. Aprender un idioma no consiste en hacer ejercicios de gramática, o estudiar vocabulario. Puede ser mediante series o música, o manteniendo conversaciones con personas nativas que sepan como guiarte, haciéndolo de manera dinámica y divertida.

De esta manera, comprobamos que la motivación, como bien llevamos comentando, provoca que el interés hacia el aprendizaje sea mayor, llevando de la mano la consecución de buenos resultados y, con ello, afectando de manera positiva a nuestro estado de ánimo.

Este concepto, lo aclara Edward Gardner, en su teoría sobre las inteligencias múltiples, en el que menciona como la existencia de un aprendizaje atractivo y de interés, provoca que los alumnos estén más receptivos a aprenderlo.

Factores generales de la inteligencia emocional que favorecen el aprendizaje de idiomas

¿Qué otros factores ayudan a equilibrar las emociones y generan un aprendizaje atractivo?

El rol del docente es, sin duda, el segundo factor más importante para el aprendizaje del alumno y su actividad emocional.

Una interacción positiva basada en la relación, es decir, una correcta comunicación entre las partes, hace que el alumno se sienta totalmente partícipe durante este periodo y libre de mostrar tanto sus preocupaciones como problemas, provocando que el proceso educativo sea eficaz.

¿Cómo se resume esto? Los factores que engloba la inteligencia emocional del estudiante, dependen del método de enseñanza que realice el docente. Él es el encargado de crear esa motivación en los alumnos, no solo a corto plazo, sino de forma duradera, para que el aprendizaje sea reconducido hacia los objetivos planteados por el alumno.

En conclusión, el factor emocional es primordial para la adquisición de conocimientos lingüísticos por parte del alumno, animándole a aprender y mejorar, así como a generar autoestima.

¿Qué momento emocional estás atravesando?

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